Ando perdido en tus comisuras, anhelando lo impensable,
repasando tus sombras y encandilándome con colores.
No ando sediento de besos, ni de roces en la piel,
mas permanezco magnetizado por la sutil atracción de tu
presencia
Será porque no te tengo o porque tenerte es no tenerte,
porque no existes más que en mí, porque no te veo llegar
ni partir y porque
eres todas y ninguna.
O quizá porque el tiempo me ha vuelto vulnerable.
Seducido por tu espíritu, tus anhelos y tu silueta,
no me apasiona tanto el ansia de ahondar en tus profundidades
y de que escales mis
cimas, como la de penetrar en tus porqués
y en las razones que te hacen palpitar, sin vulnerar tus secretos
Y así estoy a la espera, en la agonía inevitable,
disfrutando tanto tus palabras como tus silencios,
evadiéndome y encontrándote y dejando que el destino
pase a través mío sin oponer resistencia
pase a través mío sin oponer resistencia
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