Tengo síndrome de abstinencia,
no puedo comer y duermo mal,
me duele el pecho al respirar
y hasta lo cotidiano se hace difícil.
Los árboles parecen cubiertos de hojas marchitas
y el mundo ha perdido sus colores.
Un ansia insaciable me corroe,
y tengo un vacío donde antes estaba lleno.
Estoy inundado de tu ausencia y el eco
de tus palabras comienza a extinguirse.
no extraño lo que nunca me diste,
pero el silencio de ti es una agonía.