lunes, febrero 27, 2006

Itinerario II

Acto Segundo

...pétalos rojos salen del plácido retoño en sosegados movimientos imperceptibles al alba ante la inmensa estrella que ahora irradiaba las más lejanas cumbres bañando a todos con canciones nuevas de luz y fragancias que impregnan al aire perdido en danzas con insectos y aves de alas festivas que celebran la huida de la soledad con el disfrute del néctar delicioso que brotaría en el mismo lugar donde los pétalos rojos salen del plácido retoño...


Acto séptimo

... lágrimas del cielo caían y besaban las piedras en el nacimiento de ríos delgados como venas de esperanza que servían de consuelo a criaturas embelesadas en la contemplación de los últimos vestigios de nostalgia aún flotantes sobre las diáfanas aguas que retornan las arenas del tiempo al momento de la paz de la soledad que se sentía antes del amanecer del amor escondido tras la gris neblina envolvente que una y otra vez se expandía y condensaba cuando las lágrimas del cielo caían y besaban las piedras ...

domingo, febrero 12, 2006

Itinerario I

Acto Primero

...alboroto de un corazón galopante entre las tinieblas y la luz de un día lluvioso y triste como la soledad que se sentía antes del amanecer del amor que ahora irradiaba las más lejanas cumbres alejando las ensombrecidas llanuras de cuanta obscuridad dominara en los tiempos primeros cuando la luz no existía salvo en semilla sagrada y durmiente protegida de toda maleza que la contaminara mientras aguardaba el mágico instante del nacimiento y la creación que aparecerían semejantes al alboroto de un corazón galopante entre las tinieblas y la luz de un día lluvioso y triste...

Acto Quinto

...la llama agonizante baila sobre las cenizas de la madera madurada por los días pasados que volaron como el viento que agita las hojas en inmensas tierras de infinitos colores diciéndole adiós a las piedras que tras de sí lloran su ausencia a la par que esparcen sus pálidos colores de nostalgia que la vista se niega a ver por que sólo recuerda momentos de antaño en los que el corazón galopaba entre tinieblas y luz de un día lluvioso y triste desconociendo el último momento en el que la llama agonizante baila sobre las cenizas de la madera madurada por los días pasados...